jueves, 13 de marzo de 2014

Como criar gusanos de la miel ( Galleria Melonella )


Lo que comúnmente conocemos como "gusano de la miel" es realmente la larva de la polilla Galleria melonella, un pequeño lepidóptero de apenas unos 20 mm.

Pero al igual que con los tenebrios, prácticamente asociamos el nombre "gusanos de la miel" con sus larvas, ya que son lo interesante como alimento. Lo cierto es que, nutricionalmente hablando, estas gordas y blanditas larvas son una verdadera bomba energética. Tienen un buen contenido de proteínas (un 16%), pero son tremendamente ricas en grasa (un 20%). Su recomendación como alimento es exactamente igual que con los tenebrios, es decir, únicamente como golosina esporádica o para recuperar peso en animales debilitados. Sin embargo, también se pueden utilizar de forma moderada como alimento para animales que sean capaces de acumular reservas corporales en forma de grasa, como los geckos leopardo. La principal ventaja de los gusanos de miel respecto a los tenebrios es que son muy blandos, no tienen cubierta dura quitinosa y resultan mucho más apreciados por los animales.
También se suelen usar como cebo para pescar, ya que para muchos peces, resultan un bocado irresistible. Esto es una gran ventaja ya que podemos comprarlos vivos en muchas tiendas de pesca a mejor precio que en tiendas de animales, aunque generalmente, bien por estar refrigerados, bien por algún tipo de tratamiento, no suelen pupar y no nos servirán para criar.

En este artículo trataremos sobre el cultivo de gusanos de la miel (Galleria melonella), para aprender todos los secretos sobre esta especie, así como reproducirlos y mantenerlos.



1. CARACTERÍSTICAS

Como hemos comentado antes, el adulto (imago) de esta especie es una pequeña polilla nocturna, de no más de 20 mm de longitud. Suelen permanecer durante el día muy quietas, con las alas plegadas. Vuelan bastante bien, aunque durante muy poco tiempo, enseguida se posan. Viven tan sólo unos 15 días y no se alimentan en absoluto. Su única función es aparearse y poner huevos.

Existe dimorfismo sexual; los machos son más pequeños y más claros que las hembras, pudiendo incluso parecer otra especie.


Cada polilla hembra puede poner hasta 1600 huevos, que eclosionarán en unos 4 días. Las minúsculas larvas, de apenas 1 mm, casi invisibles, pasarán por 7 mudas durante las 6-7 semanas que dura su desarrollo a temperatura óptima (28-34ºC). Si la temperatura es menor, el ciclo durará más tiempo.

Las larvas alcanzan su tamaño máximo en las dos últimas mudas, pudiendo alcanzar hasta los 30 mm.

Las larvas, al igual que los gusanos de seda, son capaces de producir seda, que utilizan para protegerse durante todo su crecimiento, haciendo caminos entre el sustrato nutritivo. También pueden usar esta seda, al igual que hacen las arañas, como "puenting" cuando se caen inesperadamente al vacío, quedando un hilo de seda a modo de cuerda de seguridad para volver a subir por él o simplemente para frenar su caída.

El gusano de miel tiene 13 segmentos, y cuenta en la parte delantera con tres pares de patas andadoras, pero su truco secreto son los cuatro pares de pro-patas que tiene en la parte trasera, que cuentan con una especie de ventosas musculares que le ayudan a trepar por cualquier superficie, incluso lisa, a diferencia de los tenebrios.

La seda no sólo les sirve para protegerse, sino que su principal función es formar el capullo protector que les protegerá en sus últimas metamorfosis. Cuando la larva alcanza el tamaño máximo (a veces lo forman antes de haber alcanzado los 20-30 mm, cuando escasea el alimento) busca un buen lugar más elevado (generalmente alejado del medio nutritivo) para tejer su capullo y quedar encerrada en él.

En este estado (recién hechos los capullos) aún podemos seguir usándolas como alimento: simplemente, romperemos con cuidado el capullo y dispondremos de ellas.


A través del capullo blanquecino, a veces podremos ver el siguiente estadío de la metamorfosis: la pupa. Es una pequeña estructura de color marrón, con una coraza algo más dura y leve movimiento de agitación si la molestamos.

En esta foto, hemos extraído una pupa de su capullo para que la podáis observar, procedimiento que no la perjudica y su desarrollo continuará. 


Al cabo de una o dos semanas, de las pupas emergen las polillas adultas aladas, en su único objetivo por reproducirse. Los adultos ni comen ni beben durante las escasas dos semanas de vida que les quedan por delante. Sólo piensan en aparearse y las hembras en poner su millar de huevos. Después, mueren y pueden formar parte del alimento de sus larvas.

2.- MANTENIMIENTO Y ALIMENTACIÓN DE LOS GUSANOS DE LA MIEL

Si nos fijamos en su nombre común, "gusanos de la miel", ahí tendremos una pista de uno de sus principales alimentos. Pero aún hay más, en inglés se los conoce normalmente como "waxworms" o "gusanos de la cera" y ahí precisamente está la otra pista de su alimentación.

¿Y dónde hay miel y cera de forma natural? Efectivamente, en las colmenas de abejas. Y lo cierto es queGalleria melonella es una tremenda plaga destructora que afecta a las colmenas de la abeja melífera, puesto que sus larvas devoran tanto la miel como la cera de los panales. Además, ahí encuentran la temperatura cálida que necesitan para desarrollarse.
En una colmena sana y fuerte, las abejas pueden bastarse ellas mismas para eliminar tanto a las polillas como a las larvas, pero si la colmena está débil, puede suponer un desastre. Por fortuna, las temperaturas bajo cero durante apenas unas horas acaban fácilmente tanto con los huevos como con los gusanos de la miel.

Evidentemente, como nosotros en nuestra casa no podemos tener una colmena de abejas, intentaremos recrear lo más posible las condiciones ideales de mantenimiento de los gusanos de la miel para poder reproducirlos, de forma cómoda.
Si os ponéis a mirar por internet o por cualquier libro, encontraréis tantas recetas de medios de cultivo como sitios que miréis. La mayoría utilizan una combinación de algunos de éstos:

- Cereales hidrolizados para niños.
- Leche en polvo.
- Glicerina líquida (para mantener humectado el cultivo, ya que el agua suele estropearlo).
- Azúcar.
- Levadura de cerveza.
- Polen.
- Harinas de cereales (trigo, maíz).
- Copos de avena.

- Salvado de trigo.
- Y cómo no, miel.

Cualquier receta puede funcionar bien, yo la que mejor resultado me ha dado es una que usa: papilla de 8 cereales con miel para bebés, como ingrediente principal, leche en polvo, levadura de cerveza, glicerina líquida y miel. Si se añade salvado de trigo, se consigue mayor volumen a más bajo coste. La glicerina es un humectante, muy recomendable puesto que no se les añade agua a los cultivos (suelen enranciarse y coger moho). Se compra en la farmacia como glicerina líquida pura, suele venir en botes de 100 ml aunque también la podemos encargar en envases mayores.

Aunque lo cierto es que los gusanos también se desarrollan sin problemas con una simple mezcla sencilla de salvado de trigo y miel. Aunque añadir un poco de glicerina líquida en zonas con muy poca humedad ambiental funciona mejor. He probado a criarlos de esta forma, una generación tras otra.

Así que para no complicarnos la vida, una receta sencilla y que funciona:



Los ingredientes son, simplemente: salvado de trigo y miel. Echamos en un recipiente la cantidad de salvado de trigo que vayamos a utilizar, y añadimos miel poco a poco. Si queremos añadir glicerina líquida, éste es el momento.

Vamos mezclando bien todo, y si precisa más miel, vamos añadiendo. La mezcla resultante debe quedar más o menos suelta, no nos pasemos con la miel, pero que quede pegajosa.


Y ya está lista. Ahora la pondremos en un recipiente apropiado a prueba de larvas. Digo a prueba de larvas, porque aunque no nos lo parezca, sus mandíbulas son tremendamente destructoras, son capaces de atravesar, sin problemas, cualquier material como madera, plástico blando, tela, cartón, rejilla plástica ... tan sólo el metal, el vidrio y el plástico fuerte son lo suficientemente resistentes.

Podéis utilizar frascos grandes de vidrio (de encurtidos, por ejemplo) con tapas metálicas. Otra opción serían botes de plástico muy resistente (el normal se lo comen), y como ventilación, rejillas de metal con agujeros muy finos.
Yo preparé estos dos botes de grueso plástico, poniendo en la parte superior una rejilla metálica muy fina (era de una espumadera: utensilio de cocina que usa para retirar la espuma de los caldos y consomés). Ya que hay que tener en cuenta que las larvas recién nacidas apenas miden 1 mm, y por si acaso les da por trepar y escaparse (no lo suelen hacer, pero por si acaso).


El bote de la izquierda tiene una rejilla muy cerrada (menos de 0,5 mm) y el de la derecha, de 1mm, para larvas más grandes o para las polillas adultas.

Generalmente, iniciaremos el cultivo con una ración de gusanos de la miel, en una tarrina. Podemos conseguir los gusanos en un medio inerte (generalmente serrín o viruta de madera) o con medio nutritivo (salvado de trigo y miel).

Si están en un medio inerte, los cogeremos uno a uno y los echaremos sobre el recipiente con la mezcla anterior que hayamos preparado. Basta unos 5 cm.

Si están en un medio nutritivo, tendrá más o menos este aspecto:


En este caso, a veces podemos dejarlos tranquilamente donde están, salvo que veamos que ya se han comido todo el medio, o que se empaña peligrosamente por falta de ventilación y exceso de humedad. En este caso, podemos separar uno a uno los gusanos para echarlos en el nuevo medio nutritivo que hemos preparado, o simplemente volcar el cultivo entero, y cubrirlo con unos cm de mezcla nueva.

Hemos dicho que las larvas se desarrollarán estupendamente en el salvado de trigo y miel, aunque si queremos, podemos experimentar con más ingredientes, como los que os he mencionado antes ... quizás un puñadito de polen, una pizquita de levadura de cerveza ...
Otra cosa que les encanta es, como sabemos, la cera natural de abeja, y si tenemos la oportunidad de conseguirla, un par de trocitos por cultivo les harán delicias. Aunque no es imprescindible.


La miel es un alimento muy completo y junto con el salvado, puede servirles perfectamente como dieta base. Yo ni siquiera añado agua o glicerina al cultivo, y no he tenido ningún problema.

Las larvas devorarán poco a poco el sustrato nutritivo, y sabremos que lo están agotando porque cuando las larvas comienzan a alimentarse de sus heces, cogen un color grisáceo en vez del blanco puro que suelen tener. En este caso, bien podremos echar más medio nutritivo, o pasarlas a una mezcla limpia nueva.

A la hora de reproducir a Galleria melonella, prepararemos un recipiente limpio, a ser posible alto, con unos 4-5 cm de la mezcla de salvado de trigo y miel. Ahí meteremos unos cuantos gusanos bien grandes (20-30 mm), y también podemos meter los que se hayan hecho ya el capullo. Cuantos más, mejor, aunque con 20 o 30 podemos tener suficientes. 
Esas larvas se transformarán en pupas y emergerán las polillas adultas, que pueden volar (de ahí que es mejor que tengan un poco de espacio (al menos 10 cm) y se aparearán. No comen ni beben nada en absoluto, casi mejor, porque son bastante difíciles de manejar: de ahí que recomiende meter a los reproductores en el recipiente cuando aún son larvas y no polillas, porque puede ser una tarea realmente ardua. Las hembras pondrán los huevos en el sustrato, y luego morirán.
No nos molestaremos en retirar los cadáveres de las polillas, ya formarán parte del alimento de sus crías. 

En unas semanas podremos empezar a ver minúsculas larvitas moviéndose por las paredes del recipiente, y cómo van aumentando poco a poco de tamaño. Utilizaremos las que queramos como alimento, y reservaremos unas larvas grandes para la siguiente generación.



3. PLAGAS Y PROBLEMAS EN EL CULTIVO DE GUSANOS DE LA MIEL

Al igual que con los tenebrios, la principal y más detestable plaga es la de los ácaros. Ellos encuentran en los cultivos de gusanos de miel tres características que adoran: humedad, calor y alimento. Resulta bastante difícil deshacerse de ellos, pero podemos prevenir su aparición colocando los cultivos de Galleria lejos de otros cultivos, poniendo láminas anti-ácaros bajo los cultivos, o aportando luz, cosa que no gusta demasiado a los ácaros.
Por fortuna, generalmente sólo los cultivos más degradados suelen colonizarse por ácaros.

No suele haber apenas problemas de hongos en estos cultivos, ya que la miel, como sabéis, es un excelente antibiótico y antifúngico natural. No se estropea, incluso se han encontrado vasijas de miel de hace miles de años, perfectamente conservadas. Sólo tienden a estropearse los cultivos rancios y consumidos.

El exceso de humedad también resulta perjudicial, por eso es recomendable la ventilación en los cultivos, ya que con el calor, puede fermentar el medio. Si no podemos conseguir una rejilla segura, es recomendable abrir todos los días el cultivo para que se renueve el aire.
Los gusanos muertos son fácilmente reconocibles porque se vuelven de color negro, es conveniente retirarlos cuanto antes.

4. ALIMENTANDO CON LOS GUSANOS DE LA MIEL

Tal y como comentamos al principio, las larvas de Galleria melonella son tremendamente ricas en grasa. Las debemos imaginar igual que las tartas y los pasteles para nosotros: se pueden comer, pero de forma muy esporádica. Para la mayoría de los animales (peces, anfibios, reptiles, aves, pequeños mamíferos) son una golosina exquisita, que devorarán con auténtica gula: probablemente sea el alimento vivo que más guste.

Su contenido en proteína es bueno, pero su altísimo contenido en grasa lo reserva para ocasiones muy especiales, como animales en crecimiento en recuperación por pérdida de peso. El exceso de grasa en su dieta puede provocar degeneración grasa del hígado y ocasionarles problemas a muchos reptiles y anfibios, así que no se debe abusar de ellos.

Pero existen, sin embargo, algunos animales a los que el exceso de grasa en su dieta no les supone ningún problema, porque son capaces de almacenar esta grasa (que a otros animales perjudicaría) en la cola. Por ejemplo, es el caso de los geckos leopardo (Eublepharis macularius), a los que se les puede ofrecer, además de su dieta base de grillos y cucas, una cantidad relativa de tenebrios y gusanos de la miel.

Una de las ventajas de cultivar nosotros mismos los gusanos de la miel, es que podremos disponer de varios tamaños, adecuados para los animales que tengamos. Si bien el tamaño máximo de estas larvas es de unos 3 cm, podemos ofrecerlos de tamaños menores, según precisemos.

Las polillas son apreciadas como alimento para pequeñas arañas y también les gustan a Phelsumas y anfibios, incluyendo a las P. terribilis, entre las dendrobates. Evidentemente, su contenido en grasa ya no es un problema en la etapa de polilla. Es una forma de alimentar con pequeñas mariposas criadas por nosotros mismos, en lugar de capturarlas en su hábitat.

A la hora de ofrecer los gusanos de la miel, debemos tener en cuenta que son capaces de trepar por cualquier superficie lisa, así que de nada nos servirá tener un pequeño platito o recipiente.  Se podría intentar untar con aceite el borde, para evitar su ascensión: yo aun no lo he probado.

Lo preferible es alimentar de uno en uno, bien lanzándolo al sustrato o platito y supervisando su ingestión, o bien con pinzas, que aceptan muy bien la mayoría de animales.
Se pueden espolvorear también con calcio y vitaminas según se precise, para completar su valor nutricional.


fuente: http://kaloula-drpez.blogspot.com.es/

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Buenas,
      No ahora mismo no tengo nada en venta, pero lo puedes encontrar fácilmente en tiendas de mascotas o tiendas de cebo de pesca.

      Saludos

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